martes, agosto 05, 2008

Molok

Hijos para el sacrificio
en frente del padre (todos somos suyos)
y todos, en frente unos de otros, somos los elegidos.
Una risa en la pira
y un rezo aprendido
la mano de dios sigue clavada en el madero
y su cuerpo pendula con la frenetica disputa de los buitres
y asi nuestro primer bocado
es un guijarro exacto de lo que estamos dispuestos a tragar
un caliz sangriento que vez tras vez se nos enreda en las comisuras
un regurgito siniestro de vida por vida
de la suya
por la de todos nosotros...

La mano de dios sigue clavada en todos los maderos
y su cuerpo pendula (como solia pendular)
con el ritmo de la carroña disputada por los buitres.
en un juego al que se deja someter
para dejarnos someter unos con otros.
Una mano en el madero
y la otra retorcida
con una terrible disposicion de dar y de quitar
de alcanzarnos la salvacion o de arrancarnos el alma
de cierta redencion o de mundana reminiscencia.
Oh si! guijarros vitales
cuelga el cadaver de quien silenciosamente, no hace mas que hablarnos
una cadena infinita de pervertidas coincidencias
y todos, asesinos y victimas
con el mismo rostro sardonico
en el atavico juego del padre y del hijo...

(dic.1999 Tx)

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